¡Ramal arrasó en San Pedro y dejó a Tucumán sin respuestas!

En una jornada de fútbol para recordar, la Liga del Ramal goleó 5-1 a la Liga Tucumana en el Fortín de San Pedro, cerrando la serie 8-1 y mostrando un juego sólido y avasallante que desató la fiesta de la hinchada jujeña.

06 de septiembre 2025 | 22:17

Cabletuc.npsagencia | Por Nicolas Agustín Casas | Desde Jujuy, la transmisión exclusiva para Tucumán por NPSRadio, fue testigo de un verdadero recital futbolero.

El fútbol, ese espectáculo que combina pasión y estrategia, tuvo en San Pedro de Jujuy una jornada digna de los grandes relatos. En el siempre imponente estadio Fortín del barrio Belgrano, la Liga del Ramal firmó una actuación memorable al imponerse por 5 a 1 frente a la Liga Tucumana de Fútbol, en el partido de vuelta de la Copa País. Con este resultado, el conjunto conducido por Jairo Morales Santos cerró la serie con un global abrumador de 8 a 1, coronando una clasificación que no admite discusión.

Primer tiempo: dominio absoluto y tres gritos que encendieron la tribuna

El inicio mostró rápidamente la intención de los locales: presión alta, circulación precisa y verticalidad para lastimar en los metros finales. Apenas transcurridos 12 minutos, llegó el primer golpe. Una recuperación en la mitad de la cancha abrió el panorama; el balón le cayó a Lucas Lucero, quien se filtró con decisión entre los centrales tucumanos. Con un control magistral orientado hacia su perfil derecho, quedó cara a cara con el arquero rival y definió con un derechazo seco que se incrustó junto al poste más lejano. El 1-0 desató la algarabía en las tribunas y comenzó a marcar el rumbo de la tarde.

La superioridad jujeña se plasmó nuevamente a los 22 minutos. En esta ocasión, la acción nació en el sector izquierdo. Una sucesión de toques veloces abrió un surco en la defensa visitante y dejó a Eduardo Flores con espacio suficiente para encarar. El volante avanzó con determinación, enganchó hacia el medio y, con un remate cruzado que combinó potencia y precisión, venció otra vez al guardameta. El 2-0 era reflejo de un equipo ambicioso, que no se conformaba y que buscaba liquidar la historia cuanto antes.

Antes del descanso, a los 39 minutos, llegaría el tercer estallido. Una pelota parada ejecutada desde la derecha cayó con violencia al corazón del área. Entre una maraña de piernas y rebotes, emergió la figura de Luis Jurado, siempre atento al mínimo descuido. Con oportunismo, empujó el balón al fondo de la red, rubricando el 3-0 parcial. El primer tiempo se cerraba con una demostración de autoridad absoluta: el Ramal dominaba los espacios, los tiempos y el marcador.

Segundo tiempo: el doblete de Franco Elías y el orgullo tucumano

En el complemento, lejos de administrar la ventaja, la Liga del Ramal intensificó su propuesta ofensiva. El cuarto tanto llegó a los 53 minutos, tras una recuperación alta en campo contrario. El balón derivó hacia Franco Elías, que encaró con decisión, dejó atrás a su marcador y, frente al arco, resolvió con una definición elegante, cruzada y precisa. Era el 4-0 y la confirmación de una supremacía futbolística incontestable.

Pero la tarde tendría todavía más espacio para el brillo individual. A los 67 minutos, nuevamente Franco Elías apareció en escena, esta vez capitalizando un centro preciso desde la derecha. Con un salto perfecto y un cabezazo potente, envió el esférico a la red, desatando la ovación de los presentes. Con el 5-0, el equipo jujeño firmaba una goleada que ya trascendía lo deportivo para convertirse en una verdadera fiesta popular.

La Liga Tucumana, pese a estar ampliamente superada, encontró un respiro a los 74 minutos. Elian Cuellar, con rebeldía y talento, recogió un balón suelto en la medialuna y, sin dudar, ensayó un disparo de media distancia que se clavó en el ángulo superior. Fue el 5-1 definitivo, un tanto que no modificaba la suerte del encuentro, pero que otorgaba dignidad a la visita.

Una clasificación incuestionable

El pitazo final selló la superioridad jujeña. Con un global de 8 a 1, la Liga del Ramal avanzó de ronda mostrando un fútbol sólido, dinámico y cargado de variantes ofensivas. La hinchada despidió a los suyos con una ovación prolongada, consciente de que esta clasificación es apenas un peldaño más en un camino que promete emociones fuertes.

El equipo de Jairo Morales Santos no solo ganó, sino que convenció: cada línea funcionó con precisión, cada jugador aportó entrega y talento, y el colectivo se mostró como una maquinaria perfectamente aceitada para enfrentar los desafíos venideros.